Aquí un fragmento del cuento:
Un breve momento y una larga noche
"Volvió a su casa después de haber probado el
agridulce sabor de la noche de Miami.
Fue a un restaurante peruano, la rústica
construcción de piedra con travesaños de madera oscura le hacía sentirse en
ambiente y el ceviche estaba de moda. En una vida tan segura y tranquila hay
que buscar la aventura, el riesgo a como dé lugar y comer pescado crudo con zumo
de limón, sal, pimienta y ajo, es un riesgo alto para un país obsesivo
compulsivo, por eso el sushi y las películas de acción también son populares. En
Perú el ceviche se come de día y con cerveza o pisco sour, pero no en Miami, en
Miami se come a cualquier hora y con mojito, también cerveza. Terminó su plato,
pagó y dejó una generosa propina, era su manera de hacer caridad, prefería
dejarle el dinero a quien le servía y no a quien desconocía aunque se muriese
de cáncer, igual se consideraba piadoso.
Manejó hacia una abierta y ruidosa cafetería
cubana para saborear el cortadito con la leche evaporada de rigor y terminó en
un lounge con música "house" y sorbiendo un vodka con jugo de
arándanos. Le gustaba Miami, podía viajar de un país a otro sin necesidad de sufrir
aduanas pero al final, no lo sabía ni lo hubiese aceptado aunque se lo hubiesen
dicho, no había salido de un viejo y aburrido balneario."
Manuel Villaverde.
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