Edificio en Cuba |
No me gusta llamar la
atención y no me gustan las injusticias. Siento miedo igual que cualquiera e
inseguridades que a veces me paralizan pero nunca traiciono mis principios.
En
Cuba desde pequeño choqué contra el aparato represivo porque me gustaba la
música de los Beatles y de Led Zeppelin y me gustaba remangarme las mangas de
la camisa y todo eso era mal visto y los Beatles estaban prohibidos y nunca
tuve miedo y no dejé que mis gustos cambiaran, creo que incluso por eso no
soporto a Juan Formel (por ser la música políticamente correcta y por ser Formel un
arrastra'o).
Tampoco tuve miedo decirle que no a los jefes
de la Juventud Comunista cuando querían meterme en su organización totalitaria
y represora en el preuniversitario y en la universidad, ni tuve miedo decirle
que no a los militares cuando quisieron reclutarme para la guerra de Angola y esas
negativas me causaron no pocos dolores de cabeza. No tuve miedo decir que no a
las brigadas de respuesta rápida cuando vinieron los del Comité de Defensa de
la Revolución a enrolarme y no sólo les dije que no sino que les dije que
opinaba que su organización era fascista y no tenía nada que envidiarle a las
Juventudes Hitlerianas o Los Camisas Pardas.
1ero de Mayo en Cuba |
Nunca tuve miedo decir lo que pensaba y
todavía pienso del mafioso Fidel Castro, ni cuando me enteré que por eso podía
ir preso. Sé que otros han tenido el valor de unirse, de decir lo que piensan
de manera pública y frontal aunque pacíficamente, de enfrentarse directamente al
terrible, tenebroso, asesino e inmoral estado cubano, yo no, no es mi estilo ni
me parece que tenga el valor o el altruismo suficiente para sacrificarme cuando
los más interesados en resolver el problema no hacen nada por resolverlo aunque
sí dije la verdad en la cara de muchos militares y altos oficiales o
funcionarios del régimen y no me replicaron, en ese momento sentí que algunos
me tenían miedo y otros estaban de acuerdo conmigo.
Nunca tuve miedo decir que no cada vez que me
pedían ir a marchas "combatientes", trabajos voluntarios, pagar el
sindicato, guardias o reuniones del CDR, asambleas de rendición de cuentas y
toda esa caterva de cosas locas, y eso tan simple como parece, la mayoría de
mis compatriotas no son capaces de hacerlo aún cuando malviven tratando de
sobrevivir en medio de la esclavitud a que son sometidos por Castro y sus
esbirros.
Todo esto lo digo porque hay gentes a quienes les
gusta meter a todos en el mismo saco y es verdad que desgraciadamente en Cuba
la mayoría del pueblo vive sometido y conformado pero no todo el pueblo, unos
han optado por no seguirle el juego a la dictadura que fue precisamente lo que
hice mientras estuve allí, otros han decidido criticar el sistema de muchas
maneras diferentes, también lo hice y los sigo haciendo, otros se van, yo también, otros ponen su ser en
peligro al enfrentarse de forma directa y pública al mal para cambiar nuestro
país para bien y son gente de valor que merecen nuestro agradecimiento y
respeto estén o no en consonancia con nuestras ideas pero la mayoría es verdad
que se calla y baja la cabeza ante la injusticia y la ignomia.
No tuve miedo porque si hubiese hecho lo contrario me habría tracionado a mí mismo y a eso si le tuve miedo.
Una página oscura en la historia de nuestra
nación se escribe.
1 comment:
gustele a quien le guste y pesele a quien le pese
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