En materia de ideas el ser humano nunca se
pone de acuerdo y los cubanos no somos una excepción. A lo largo de nuestra
historia nos han dividido muchas posiciones: si separarnos de España y unirnos
a los Estados Unidos o no, si democracia o dictadura, que si el comunismo y el
capitalismo y hoy, nuestro presente sigue siendo el mismo, cuando otros países
discuten cuál sería el mejor modelo económico para seguir adelante su
desarrollo dentro de un sistema democrático, nosotros todavía estamos sometidos
a una esclavitud decimonónica bajo el recio apretón de la garra de Castro y sus
secuaces.
Hoy nos dividen dos posiciones fundamentales:
"Deben los Estados Unidos reanudar las relaciones con la dictadura de la
familia Castro o deben seguir con el embargo a la dictadura".
Los que apoyan ambas posturas tienen argumentos
válidos para demostrar y mantener su posición, es una encrucijada que se define
por ideología y no por lógica porque en mi opinión, ninguna de las dos opciones
traerá una solución positiva para el pueblo de Cuba.
El embargo ha demostrado por medio siglo que
no es una herramienta eficiente para sacar del poder a la familia Castro, ellos
han sabido adaptarse a lo largo de los años a los nuevos retos y han sido capaces
de perpetuarse en el poder. La otra opción, levantar el embargo, pues le haría
el camino todavía más fácil a una dictadura que ha sabido flotar entre dos
aguas, escurrirse suavemente y no golpearse muy duro cuando otros se
enfrentan.
La dictadura no tiene enemigo natural, la oposición lo mismo fuera que dentro tan sólo ha servido para darle más fuerza a los Castro y los
Estados Unidos nunca han estado interesados en sacar del poder a la familia
Castro, les da lo mismo, la historia es toda la prueba que se necesita. Los Estados
Unidos desde la guerra con España han sabido quitar y poner gobiernos según sus
intereses, acabaron con Hirohito, Hitler y Mussolini en la Segunda Guerra y terminaron con
el menor número de bajas de todos los ejércitos enfrentados y como primera
potencia mundial, desmantelaron el comunismo en Europa después de acabar con la
Unión Soviética, Salvador Allende cedió ante Pinochet quien se mantuvo en el
poder hasta que no le pareció bien a occidente, el Che Guevara donde único tuvo
éxito fue en Cuba porque luego tuvo que escaparse de África y terminó capturado
y ajusticiado en Bolivia, y a Saddam Hussein lo sacaron de un hueco y lo
colgaron en un sótano, que nadie me venga con el cuento de que Castro ha sabido
mantenerse y que los Estados Unidos no han podido sacarlo del poder porque no
saben cómo, es más, Castro está en el poder gracias al dinero de muchos
millonarios cubanos incluida la familia Fanjul que ahora es de los que quieren reanudar lazos con la tiranía y por supuesto, gracias a la
complacencia de los Estados Unidos. El embargo es tan sólo una manera de
mantener a raya a un grupito de mafiosos que domina y somete a su antojo a una
población cautiva pero tercermundista que no habla inglés ni sabe de cohetería, ni de química ni sus tierras tienen petróleo.
La posición de reanudar relaciones dará
a los dictadores más capacidad económica, más posibilidades de créditos y préstamos que
quedarían por pagar y las arcas de la familia Castro engordarían
exponencialmente mientras la miseria del pueblo cubano seguiría siendo la misma
aún cuando la dictadura ha tenido que hacer concesiones para poder mantenerse
en el poder, como por ejemplo: permitir la libre circulación del dólar,
permitir que los ciudadanos residentes en Cuba tengan contacto con cubanos residentes
en el extranjero, permitir viajes de placer o turismo a otros países a algunos ciudadanos
y otros cambios similares que ya sabemos responden a necesidades vitales de la tiranía y que
pueden ser eliminados (dichos cambios) en cuanto las necesidades dejen de ser tal.
En resumen, una postura o la otra, mantener el
embargo o reanudar relaciones, no van a
mejorar, en mi opinión, la vida de la mayoría de los cubanos. Por lo
tanto, como dije antes, esta es una postura ideológica.
O se reanudan relaciones
con una dictadura que esclaviza a su pueblo por más de medio siglo, que lo ha
dividido y ha envenenado el alma de la familia cubana o no se reanudan
relaciones con unos delincuentes que un principio nunca quisieron ningún tipo
de contacto con los que no pensaban igual que ellos o los obedecían ciegamente
y que ahora quieren ese contacto porque están desesperados por el dólar y por
seguir esclavizando al pueblo cubano que ha sido tan maltratado que no es capaz
ni de darse cuenta de su condición de esclavo o de desterrado.
La posición de cada cual se define según sus
códigos morales. Los míos no me permiten amistarme con los verdugos.