Tengo pan sobre
la mesa
aceite virgen y
una copa
de la que se
derrama el vino
y en la noche mis
ojos se cierran
sin entender el
infinito
y mis oídos con
su eterno zumbido
no me dejan
escuchar el grito
inmortal de los
grillos
y el viento submarino
Dichosos los
grillos que saben
lo que tienen que
hacer y no temen
a la muerte
porque no la conocen
y no temen a la
noche porque
su canto la
dibuja
y la hace más
noche
Dichosos los
grillos
y dichosos mis
oídos
con sus propios
sonidos
MVA
MVA
No comments:
Post a Comment