¿Alguien puede querer que su pueblo sea un rebaño sin voluntad, lleno de miedo e improductivo, esperando que otros hagan por su bienestar lo que él mismo pudiera hacer, esperando que otros decidan lo que es mejor para su futuro sin tener la capacidad de decidirlo por si mismo?
¿Alguien tiene el propósito, el objetivo de someter a su pueblo en la más abyecta pobreza y querer que sus propios hijos crezcan y compartan con una población indigente, sumisa e ignorante, incapaz de producir porque no se le está permitido, incapaz de generar riqueza porque está prohibido, incapaz de moverse a donde y cuando quiera e incapaz de expresar su opinión sin miedo y libremente por muy absurda que esta sea?
La familia Castro con el ya fallecido dictador Fidel Castro a la cabeza lo ha conseguido en Cuba, más de medio siglo de opresión y esclavitud ha destruido la economía y la infraestructura de la isla y lo que es peor, ha logrado destruir la moral, la educación, la cultura, en fin, la nacionalidad cubana que será lo más difícil de reconstruir.
Ya comienzan a surgir los que por evolución natural, serán los próximos dirigentes del desastre que lleva más de cincuenta años asolando a Cuba y no se augura nada bueno, más de lo mismo y si es posible, peor, porque a eso nos tienen acostumbrados los dictadores cubanos, a empeorarlo todo constantemente. Han sido capaces de subdesarrollar el subdesarrollo y empobrecer la pobreza, genios económicos invertidos que desgraciadamente siguen desmontando la materia y el espíritu cubano.
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