El historiador de La Habana, Eusebio Leal, otro de los tantos “puesto a
dedo”, murió el 31
de julio de 2020 por Coronavirus en La Habana, Cuba, pero
dicen que murió de una “larga
y penosa enfermedad”, eufemismo que usan los impostados periodistas cubanos para
y penosa enfermedad”, eufemismo que usan los impostados periodistas cubanos para
referirse al cáncer.
Que en paz descanse, pero…
Lo sobrevive un hijo que, causalidades de la vida, tiene una galería de
arte y una agencia
de viajes en Barcelona, España. Me imagino que, por
supuesto, no levantó esos negocios
con el dinero robado al pueblo cubano, ni
trafica en su galería con bienes culturales
pertenecientes al patrimonio de
Cuba como siempre han hecho los hermanos Castro,
pero...: ¿qué les pertenece a
los cubanos si ni libertad tienen?
A Eusebio Leal lo plantaron en la posición de “Historiador de La Habana” por su lealtad al
castrismo, haciéndole honor a su apellido, y no por ser el mejor historiador disponible que
castrismo, haciéndole honor a su apellido, y no por ser el mejor historiador disponible que
otros había. Fue cómplice de crímenes contra el
pueblo y contra el patrimonio cultural de
Cuba.
La Habana siguió derrumbándose con él.
Lo único que hizo fue cumplir con lealtad las órdenes de sus amos y pintarrajear
algunas fachadas para sacarle cuatro dólares a los turistas y a la UNESCO.
La Habana siguió derrumbándose con él.
Lo único que hizo fue cumplir con lealtad las órdenes de sus amos y pintarrajear
algunas fachadas para sacarle cuatro dólares a los turistas y a la UNESCO.
MVA
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