No pude resistir
el amanecer en Saturno
ni las cascadas
secretas de Kauai
No sé resistirme
a la belleza
ni a una madre
dividiendo el pan
Tenías ese no sé
qué cautivador
que tienen las
mujeres que de amar
están de vuelta y
saben querer
Tenías la seda de
la noche en tu mirada
y no pude, aunque
quise, no amarte
Te amé
Dejé mi corazón
correr desbocado
como animal
hambriento y feliz
recién liberado
Dejé que mi mente
se confundiera
con tu mente y
perdí las riendas
Te amo
Y me ha dolido el
dolor hasta lo más hondo
pero no sé
resistirme a ti
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