Cuando Castro llegó al poder gracias a los oligarcas cubanos y al gobierno de Estados Unidos, la población en Cuba no llegaba a 8 millones, las llamadas telefónicas internacionales eran un lujo caro, no existía la televisión vía satélite y la Unión Soviética era un poder militar y tecnológico casi tan fuerte como los Estados Unidos y quizás un poder ideológico superior.
Es por esto que la situación actual de Venezuela no se puede comparar con la de Cuba, la respuesta del pueblo cubano está condicionada por el fantasma de La Guerra Fría y más de 50 años de esclavitud socialista
con la anuencia de la comunidad internacional.
Cuba ha sido destruida por la familia Castro espiritual y materialmente, y no se podrá recuperar ni en un milenio después que desaparezca el socialismo; y los países latinos y europeos han sido cómplices de la dictadura y en menor medida los Estados Unidos.
El pueblo cubano es víctima de la desesperanza, del síndrome de Estocolmo y de su propia capacidad de adaptarse a cualquier cosa, en este caso se han adaptado a la miseria y a la esclavitud.
Espero que Venezuela logre su libertad sin más muertes aunque es muy difícil porque la dictadura de Chávez y Maduro sigue al mando del ejército y la policía.
A mi Cuba le deseo al menos comida y agua corriente que aunque el resto del mundo siga sin creerlo, Castro nunca construyó un acueducto ni mejoró los que existían, en La Habana solamente construyó un Hospital (el Pediátrico de Marianao) y mucha más gente pasa hambre desde que esa nefasta familia se adueñó de Cuba.
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