Ahora la prensa de izquierda, la prensa grande, la prensa
oficial del partido Demócrata compara los sucesos acaecidos recientemente en el Capitolio con lo que pasa en repúblicas bananeras y dictaduras caribeñas, llega
tan lejos como a decir que fue un intento de golpe de estado, pero nada más
lejos de la verdad.
Lo ocurrido es lamentable, tan lamentable como todas las
manifestaciones que irrumpieron en la santidad de propiedades privadas meses
antes para protestar por la muerte de un delincuente a manos de la policía, la
diferencia es que ahora irrumpieron en la casa del pueblo y quienes vieron amenazadas
sus propiedades y sus vidas fueron los políticos.
Trump no censura medios de prensa ni manda a matar a sus oponentes, quienes entraron al Capitolio no fueron militares, no
fueron policías, ni siquiera grupos paramilitares, en el Capitolio irrumpió el
pueblo, de un lado y del otro, unos con el deseo de obligar a los políticos a
refrendar el resultado electoral y hacer presidente a Biden, como pasó, y otros
con el deseo de defender a su presidente legítimo, Donald Trump, y tratar de
revertir los resultados fraudulentos de las elecciones, lo cual ya sabemos que no
iba a pasar nunca.
Esto no fue ni un intento de golpe de estado ni nada
parecido, esto fue una muestra de que el pueblo, lo mismo de un lado que del
otro, ya está cansado de los políticos, la politiquería y la prensa, esto es el
comienzo del fin y generalmente lo que viene después es el socialismo y no es
bueno, es peor, pero eso el pueblo lo aprende a la mala, cuando ya es demasiado
tarde para revertir la situación.
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