Ahora se ha puesto
de moda filmar niños con perros. Ambos son adorables y sin duda nos brindan
momentos únicos de ternura y amor, pero no deja de ser peligroso para el niño
que sus padres dejen que un perro le pase la lengua y esté en contacto directo
con él, sobre todo cuando son pequeños.
Los perros se limpian con su lengua el ano (trasero)
después que defecan (hacen caca), son coprófagos que quiere decir que les gusta comer heces
fecales (caca) y esto es una fuente de enfermedades, también transmiten enfermedades cutáneas, o sea, de la piel, por
ejemplo, la Tinea, una infección por hongos que cuando es en la ingle se llama
Tinea Cruris, cuando afecta el resto del cuerpo Tinea Corporis y se cura con
cremas antimicóticas, pero cuando afecta el cuero cabelludo, la cabeza, se
llama Tinea Capitis y se pierde el pelo de la zona infectada para siempre.
También hay que tener en cuenta que los
animales pueden tener reacciones inesperadas ante estímulos diferentes y si un
niño los asusta o los lastima sin querer, estos pueden responder como la bestia
que son, agresivamente y lastimar al niño irremediablemente, porque los
animales son más rápidos y están mejor preparados que nosotros los humanos para
atacar y lesionar a su contrincante, y no será el primer niño o adulto que
termina con la cara desfigurada, tuerto o en el mejor de los casos con una
dolorosa mordida que puede que se infecte o le deje una marca desagradable.
Ojalá sirva esto para que por lo menos un niño
no sea puesto en contacto directo con un animal, por muy bueno y cariñoso que
sea y por mucho que lo amemos.
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