- ¿El animal habla?
- No sé
Respondió la cotorra."
Ahora se preguntan si el cáncer de Chávez no es tan canceroso.
Ya lo dije antes, a esta gentuza le encanta el chisme y la desinformación. Todo lo que dicen y hacen está muy bien pensado, hasta la destrucción de la economía y las ciudades, por ejemplo, La Habana pasó de ser una ciudad cosmopolita, con una vida nocturna que no tenía nada que envidiarle a París o New York, con tiendas de nivel mundial y gente alegre, mundana y sibarita, a una ciudadela del cuarto mundo, sucia, gris y ruinosa, como si una guerra infinita se debatiera en sus calles, y más o menos, es así. Esta ruina no es producto de la ineficiencia del socialismo, ni de la ineptitud de Castro como economista, esto es un plan maestro para mantener a la población deprimida, avergonzada, dominada, esclavizada, pensando tan solo en el pedazo de mendrugo que comerán la siguiente hora y con qué demonios se asearán el trasero, porque no hay agua, no hay jabón y mucho menos papel sanitario, esta es parte de la triste realidad comunista, el socialismo es un neo esclavismo muy eficiente y lo único que puedo decirles es que nunca estos sátrapas dicen la verdad, ni cuando la dicen y todas sus acciones tienen el mismo fin, hacer el mal, esclavizar aún más al pueblo.
El cáncer de Chávez no es importante, lo importante es que la oposición no pierda el rumbo, no se dividan como le ha pasado a la oposición cubana, que no acaban de entender que hay un enemigo común y que hasta que ese enemigo no desaparezca, no se puede pensar en ningún plan de reconstrucción ni de democracia ni mucho menos en ser el jefe.
El cáncer de Chávez no es importante, Chávez mismo es un cáncer, lo siento en el alma por este pobre tumor en un cuerpo tan malévolo, tan satánico. No duden que el cáncer de Chávez, sea, entre otras cosas, una manera de darle un poco de prestigio a la tan desmejorada escuela de medicina cubana, después que el Coma Andante prefirió tratarse con galenos de otras tierras porque los suyos, por poco lo matan, y como dije antes, una manera de generar estados de opinión, chismes, divisiones en la oposición, consolidar Cubazuela y burlarse todo el tiempo del pueblo.
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