Escribí "En mi Calle" en el 2009 ó 2010, cuando al regresar a Miami me encontré con una senda de la autopista I-95 cerrada para ser usada tan solo si se paga electrónicamente.
El gobierno trata de resolver un problema que es su obligación de la manera más fácil, de la manera que se resuelve en el Feudalismo o el Comunismo, abusando del más débil, y al final no resuelve nada, no son capaces de construir calles secundarias, puentes, rutas alternativas o mejorar el transporte público, (ya nadie se acuerda del aumento en los impuestos para mejorar el transporte público y la posterior disminución de rutas de ómnibus y el aumento del precio del pasaje, o cuando fue que se comenzó a reparar el Palmetto, o cuando empezaron a aparecer parquímetros en todas las calles...)
Este cambio en la I-95 fue un estímulo para pensar en todas las cosas que están pasando en este gran país que está siendo desmontado poco a poco, destruido inexorablemente por abogados inmorales, comunistas solapados, políticos corruptos, por la indiferencia de las instituciones y la impotencia creciente de los ciudadanos.
Carlos Alvarez y Natacha Seijas fueron sacados del gobierno (?casi un golpe de estado cívico?) por jugar con el dinero ajeno, por incompetencia completamente divorciada de las necesidades del contribuyente, por indolentes y todo lo que sabemos, pero no son los únicos. Las camaritas de los semáforos siguen molestando, los impuestos siguen subiendo en medio de la crisis y nadie tiene un aumento de salario ni una mejoría en sus beneficios, el desempleo sigue creciendo a pesar de los billones robados por el gobierno para apuntalar negocios inoperantes y compañías fraudulentas.
La seguridad social se encamina a una bancarrota, el país entero está en el borde de la bancarrota y el dólar sigue perdiendo valor. Obama sigue pidiendo más dinero de donde no hay, los servicios del gobierno son cada vez más ineficientes y el precio de la gasolina y con ella todo lo demás, sigue aumentando sin control. Los ciudadanos ya no persiguen de la misma manera su antiguo sueño de tener una casa, no pueden y no vale la pena, la casa se perderá de todas maneras en cualquier momento, o cuando ya viejos sean incapaces de pagar los impuestos sobre la propiedad, siempre crecientes. Los bancos siguen robando impunemente el dinero ajeno y hasta nos quieren cobrar por permitirnos usar nuestro dinero, cuando debían ser ellos quienes nos pagaran por permitirles cuidar nuestro dinero. Muchas cosas más están pasando.
?Estamos impotentes frente a un Gobierno gigantesco, frente a Supertransnacionales y Compañías todopoderosas, sean de seguros, proveedores de Medicare, bancos o cualquier otra compañía, que no son más que islas comunistas de poder absoluto en sí mismas, coalescentes, y sus dueños supermillonarios no son más que pequeños dictadorzuelos, tiranuelos que pagan para eliminar los antiguos controles que defendían al ciudadano común de los desmedidos egos y ambiciones de esos mismos perversos supermillonarios?
"En mi Calle" también recuerda lo pequeños que somos en el universo y cuán frágil y preciada es toda la vida. Es una casualidad nacer y la vida es un regalo que debemos cuidar y disfrutar sabiendo que es finita y por lo tanto lo mejor es hacer el bien y amarnos, disfrutar los momentos alegres y saber que los malos ratos no son para siempre.
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