La verdad de la verdad

 

Un cubano nacido y criado en Cuba y "quedado" en cualquie país, que apoya de alguna manera, en mayor o menor medida al régimen esclavista de los Castro, no cabe duda que trabaja para ellos o sus capacidades de análisis, entendimiento, razonamiento, hasta su capacidad de trabajo y de aprendizaje, son limitadas.

 Quien quiera que haya vivido en Cuba, tenga 2 dedos de frente y ya no viva más allí, sabe que aquel sistema es una basura, que los Castro y sus mayorales son unos vulgares mafiosos y que el comunismo sencillamente no funciona, que José Martí lo supo entender mucho antes de que existiera ningún país comunista.  Martí fue capaz de darse cuenta de que el comunismo para lo único que sirve es para que un grupito se haga del poder y esclavice al resto.

 Por esto, para mí carece de sentido discutir con cubanos que apoyan el esclavismo castrista fuera de Cuba, ellos tienen una misión y un amo, Castro, que les paga para que la cumplan. (Los pagos son diversos, puede ser dinero, puede ser chantaje o puede ser que se aprovechen de alguien cuya capacidad de raciocinio es limitada).

 Los extranjeros que nunca han vivido en Cuba como cubanos de a pie y que hablan del comunismo y del sistema de los Castros como si lo conocieran y dicen de estos muchas cosas buenas, bueno, pues tampoco le veo mucho sentido discutir con ellos, a veces les doy mi opinión y les hablo de la realidad cubana y cuando veo que lo que quieren es convencerme de que estoy equivocado, de que mi vida no es como yo la cuento sino como se la creen ellos, entonces, me doy cuenta que estoy frente a una persona con la que no debo perder mi tiempo.

 En este mundo para que sea mundo tiene que haber de todo, gente muy inteligente y gente menos inteligente, trabajadores y vagos, policías y ladrones, ricos y pobres, gatos y perros, nieve y volcanes, mar y tierra suspendidos en el aire.

 No dejo de denunciar al comunismo como lo que es, como un régimen esclavista. No dejo de denunciar a los Castro como lo que son, unos esclavistas con mayorales y esclavos matando esclavos, pero hace mucho que no me dejo provocar por gente tonta, inadaptada, frustrada y vaga que ve en el comunismo el paraíso de la vagancia, de vivir del cuento, del sudor ajeno. Soy ecuánime cuando me atacan y tratan de provocarme diciendo que Castro es bueno, y tan solo les respondo con la verdad muy suavemente, sabiendo que ellos no valen la pena, les dejo que se le estrechen las coronarias de la rabia y disfruto viendo como gritan de impotencia y las venas del cuello y la frente se les ponen gordas.

 Desgraciadamente la verdad de la verdad es que Cuba cada día es más pobre y los cubanos cada día son más esclavos.